El exceso de análisis conduce a la parálisis

En 1840 Ignác Semmelweis se dio cuenta a partir de la observación, que las mujeres que daban a luz en los hospitales de la época, tenían muchas más infecciones – llamadas fiebres puerperales – que las que lo hacían en sus propias casas, la mayoría de ellas con resultados mortales; lo que percibió, fue que muchos médicos pasaban del quirófano e incluso de una autopsia a atender a sus pacientes sin un lavado de manos, por lo que recomendó que los médicos para evitar estas y otras infecciones debían lavar sus manos con agua y jabón, no obstante, como aún no se desarrollaba la microbiología y no se conocían los microbios no tuvo como probarlo, y el método científico que exige además de observación, el análisis y la demostración o refutación de lo observado, prevaleció sobre la intuición de Semmelweis. Paradójicamente, la muerte del médico Semmelweis se produjo por una herida infectada y gangrenada.

Las mamás dicen que tienen una corazonada, las mujeres en general, un sexto sentido y algunos seres humanos independientemente de su género, se atribuyen la posibilidad de anticipar ciertos hechos a través de la intuición; no obstante, durante mucho tiempo se nos ha insistido, a mi y seguramente a usted también, que piense de manera lógica y racional, porque de eso dependerá tomar decisiones acertadas.  Así que siempre pensamos que para las cosas más complejas, entre mayor consciencia, mejor.

Para los humanos de este tiempo es habitual, y considerado normal, ver máquinas que ejecutan tareas repetitivas una y otra vez, sin el más mínimo asomo de error, a excepción de cuando están averiadas, y no nos hemos detenido a analizar que estas máquinas se comportan como nosotros cuando hacemos las cosas que mejor nos salen, es decir, sin pensar tanto. El estudio científico de la intuición, lejos de invalidarla, la ha señalado como una conducta adecuada cuando estamos tratando de acertar, o de no equivocarnos. Así pues, la relación entre consciencia e inconsciencia en lo que hacemos, varía entre un 3% al 5% la primera y un 95% al 97% la segunda, mientras el inconsciente se encarga del aquí y el ahora, nuestro consciente puede vagar recordando lo que hemos hecho o planeando lo que haremos a futuro.  En realidad, no aprendemos a recordar o pensar en el futuro hasta que alcanzamos los cuatro años en promedio, por esa razón, difícilmente recordamos hechos previos a esa edad; es verdaderamente el inconsciente quien toma la mayor parte de las decisiones importantes en nuestra vida, aún cuando hayamos desarrollado la consciencia.

Para uno de los mayores exponentes del Coaching, el señor Timothy Gallwey existen un yo interno y un yo externo, el yo externo persigue los logros y objetivos que se dan en cualquier acontecimiento de nuestras vidas, mientras tanto, el yo interno está ocupado en “tomar consciencia” de nuestras acciones, viéndose afectado por los obstáculos internos como los miedos, las dudas y todo tipo de creencias limitantes, que al final pueden llevarnos a fallar. Cuando montamos en bicicleta, bailamos o desarrollamos cualquier actividad, bien sea compleja como conducir un vehículo o sencilla como caminar por nuestra casa, funciona mejor si no lo hacemos de manera consciente y permitimos que el inconsciente fluya, o acaso ¿ha probado caminar de manera consciente?

Profile of serious young man touching his nose bridge and thinking with eyes closed. Isolated side view on white background.

 

La intuición tiene mucho que ver con los llamados mecanismos de decisión irracionales, que es a lo que se dedica el psicólogo social John A. Bargh en el Laboratorio de Automatismo en Cognición, Motivación y Evaluación – ACME de la Universidad de Yale, donde han demostrado que nuestras conductas no dependen necesariamente de un acto consciente, sino que pueden darse, incluso sin que la persona se dé cuenta. Cuando conduciendo por carretera, decidimos adelantar porque tenemos tiempo y espacio suficiente, esto corresponde a una inferencia y no a un cálculo complejo, es decir, lo hacemos por intuición. Los estudios sobre la intuición demuestran que la propuesta del yo interno y del externo de Gallwey, son correctos, al recomendar el permitirle a nuestra mente fluir y confiar en elementos como la memoria muscular y la intuición, para esta última los estudios demuestran que se basa en ignorar gran parte de la información y seleccionar algunas pocas buenas razones, muchas de hechas ya vigentes en nuestra memoria.

La intuición es aquella que nos permite entender la realidad al instante, sin mediación de la lógica o el análisis, combinando la lectura de indicios del exterior con conocimientos y experiencias previas. Así que cada vez más, los expertos nos invitan a darle mayor espacio a la intuición y sus diferentes manifestaciones, como la intuición ordinaria que denominamos instinto, porque hacemos cosas sin saber muy bien por qué las hicimos; la intuición experta que surge de la experiencia y la acumulación o repetición de acontecimientos, algo así como, más sabe el diablo por viejo que por diablo y; la intuición estratégica, en la que nuestro cerebro es capaz de combinar información y conocimientos acumulados para tomar decisiones rápidas e innovadoras.

Las herramientas del Coaching nos ayudan a tomar consciencia de comportamientos y acciones que no siempre son funcionales, para cambiarlas de manera voluntaria, y luego, una vez validadas estas conductas como funcionales, se llevan nuevamente al plano de la inconsciencia donde se instalan como hábitos que repetimos sin cuestionar.  Un viejo mentor me enseñó que el exceso de análisis conduce a la parálisis; hoy te invito a dejar que la intuición juegue un papel más relevante en tu vida, a permitir que tus pensamientos fluyan sin tanto análisis y le des mayor libertad a esas corazonadas que refrescarán tu vida y te permitirán vivir de manera más fluida.

 

¿Qué has analizado tanto, que aún no te has permitido pasar a la acción?

 

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Leonardo Gutiérrez Giraldo
Speaker, Trainer, Máster Coach, Máster en PNL – IANLP
Consultor Internacional certificado por la Universidad
del Rosario y BVQI
Dinámica Consultoría Empresarial
leonardo@dinamicace.com 
@leogcoach

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