Las empresas y las marcas enfrentan escenarios aceleradamente cambiantes, en el que las estrategias se deben replantear continuamente para adaptarlas al juego del mercado.
Los clientes ya no son los mismos, como tampoco los medios para promocionar sus productos y por supuesto tampoco el equipo de colaboradores de la empresa es el mismo.
Para 2020 la generación llamada Millenials ocupará el 50% de las plazas de trabajo en el mundo y a la vez, serán el segmento poblacional de mayor influencia y poder de consumo. Ese relevo generacional no es ajeno a la empresa. No lo cree… Basta con que alce la mirada o simplemente saque un promedio de edad de sus compañeros de trabajo.
Un nuevo mundo laboral ha llegado, las nuevas tendencias llevan a las empresas a trabajar por proyectos y en red; bajo este escenario los integrantes de dichos equipos dejan de ser meros ejecutantes de un manual de funciones dentro de una pesada estructura jerárquica a convertirse en auténticos “Emprendedores”.
Si. Tal y como lo oye, “Emprendedores”. Esta palabra que pareciera ajena a las oficinas de recursos humanos de las empresas y que la ubicamos más en un contexto de trabajado independiente, será el nuevo paradigma de las relaciones laborales, en tal sentido el estereotipo tradicional de “trabajador” da lugar a una reconstitución de roles. Ahora se exige profesionales multitarea y altamente adaptables a los cambios y para que esto surja de una manera orgánica, sin presiones y sin picos de rotación del personal, se apuesta por que ese colaborador se convierta más en un “Partner” que tenga la capacidad de brillar con luz propia y en este nuevo escenaro la relación empresa-trabajador estará dictaminada por la capacidad mutua de “Engagement”. Es decir, esa base de personas que componen la organización, que en su gran mayoría serán Millenials, estarán dispuestos a afrontar los retos propuestos no solo por un salario, también por tener la posibilidad de brillar con luz propia y por comunicar al mundo sus logros.
En medio de tanta turbulencia también aparecen oportunidades. Serán cada una esas personas al interior de la organización quienes jueguen un rol no solo como colaboradores y responsables de unas tareas o más bien proyectos asignados como ya lo mencionaba, sino que además se convertirán en el medio más poderoso de diferenciación y comunicación de su empresa hacia el exterior. Serán lo que en mercadeo llamamos “Embajadores de la Marca” sin importar en que área o departamento se encuentren.
Desafortunadamente hablar de marca personal en las empresas genera escozor a muchos directivos, que siguen anclados a preceptos y paradigmas del siglo pasado y siguen creyendo que un profesional “destacado y reconocido” exigirá un mejor sueldo o estará propenso a ser tentado por la competencia.
Para desgracia de quienes aún piensan de esta manera les tengo una noticia. La generación Millenial ya no ve su vínculo laboral como una relación de hegemonía por parte de la empresa, los millenial valoran más la recomendación de un amigo a la hora de decidir una compra que un costoso comercial de televisión y es por esto y por muchas otras cosas que todo el ajedrez alrededor de la empresa ha cambiado y la relación empresa-trabajador no es la excepción.
Estamos frente a una nueva concepción del trabajo que rompe muchos paradigmas, aparecen nuevos conceptos como el de «intra-emprendedor»: un profesional que trabaja como si fuera una empresa independiente y que avanza en el cultivo de su marca personal poniéndola al servicio de un único cliente, su empresa.
El nuevo paradigma implica en definitiva, contar con profesionales de marca personal reconocida y asociada a la marca corporativa.
Las empresas deberían preocuparse menos de la marca como empleador (employer brand) y más de la marca del empleado (employee brand).
Entre tanto es importante que los departamentos de Talento Humano se preparen para convertirse en auténticos impulsores de la marca personal de sus colaboradores que ayuden a co-crear día tras día la marca corporativa; a no ser que quieran sobrevivir al mercado con trabajadores “Commodity”.
Juan Carlos Caña Villada
Especialista en Mercadeo